Es técnica aeronáutica y se desempeña como mecánica en Aerolíneas Argentinas en el Aeropuerto de Ezeiza, también es piloto comercial de una compañía aérea privada.
Hace siete años es mecánica de aviones en Aerolíneas Argentinas, empezó como motorista y pasó por diferentes especialidades. Actualmente trabaja en el mantenimiento de cabina de fuselaje ancho en la ruta de flota del Airbus 330 y 340, son aviones grandes de más de 100 pasajeros. En Aerolíneas Argentinas los mecánicos están divididos en especialidades, la suya es el mantenimiento, reparación y arreglo de todos los elementos de cabina de pilotos y pasajeros.
Victoria se recibió de técnica aeronáutica en la Escuela Técnica Jorge Newbery de Villa Luzuriaga, La Matanza, vive en la provincia de Buenos Aires y trabaja en el aeropuerto de Ezeiza.
Su equipo de trabajo está compuesto por cuatro hombres y ella, son el apoyo a servicio de línea, es decir, atienden a los aviones que llegan o se van del Aeropuerto, en el avión hay un libro llamado RNC (Registro y novedades de Cabina) dónde la tripulación vuelca todas las novedades, fallas o dificultades en vuelo, y su equipo se encarga de reparar y mantener.
Esta labor implica trabajar con imprevistos a muy corto plazo e ítems de mantenimiento que se dividen en clases de dificultad. “El trabajo aeronáutico no requiere de fuerza física como en otra maquinaria, es habilidad técnica y seguir los procedimientos”, cuenta Victoria.
Resalta que lo más duro del trabajo es el desgaste físico al que se encuentra expuesta debido al cambio climático: en la pista el frio o el calor se sufre más intensamente que en otros ambientes.
Victoria trabajó como mecánica antes en la Escuela de vuelo de Morón y en una empresa de vuelo en el Aeropuerto de San Fernando, dónde reparaba aviones chicos, medianos y grandes.
Victoria cree que “hay una mentalidad que señala como imposible para la mujer hacer carrera aeronáutica pero todo depende básicamente de uno mismo”, explica y agrega respecto a la vinculación con los compañeros varones que son la mayoría: “te vas a plantar cómo querés que te traten, cuando vos los marcas ellos te respetan”.
“Como mecánica noto que las mujeres son más ordenadas que los hombres, pero creo que la combinación entre hombres y mujeres en el trabajo da un complemento diferente. Considero que somos valoradas, yo fui la sexta incorporación en AA como mecánica en el 2011 y ahora somos 10 en total”, cuenta Victoria.
Gracias a su trabajo de mecánica pudo pagar las horas para hacer la carrera de piloto comercial y hace tres años vuela para una empresa de aviones privados que opera en el Aeroparque Jorge Newbery. Es la única mujer de una flota de 30 pilotos y la primera en 25 años. Pilotea aviones de mediano porte (SW4 Metro y Learjet 35) en vuelos privados cargueros y de pasajeros dentro del país y regionales, también hace vuelos sanitarios y hospitalarios con pacientes. La diferencia de cada vuelo es el protocolo de administración y preparación que deben cumplir. Pero el manejo de los mismos se iguala para Victoria que cuenta que “todo es entrenamiento, tomar los cursos, aprender a trabajar en equipo, controlando muy bien la comunicación y la conciencia situacional de cada uno”.
“La aeronáutica te obliga a estar aquí y ahora porque cualquier cosa a la que no estés alerta puede desencadenar un accidente o formar parte de una cadena de errores. Es un trabajo de mucha conciencia, donde se respetan mucho los tiempos mínimos de descanso para estar óptimo”.
Tiene como objetivo en esta área sumar las horas de vuelos necesarias para convertirse en piloto de línea área. Dentro de Aerolíneas Argentinas su aspiración es ser coordinadora del grupo de mecánicos, delegar las tareas y coordinarlas. Para eso cada dos años se rinde una habilitación en ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) para pasar de categoría, hasta el momento no hay ninguna mujer coordinadora o inspectora - que es el puesto más alto dentro de la carrera de mecánica - en AA.
“Quiero contarles a las chicas que se van a dedicar a esto que se puede, sin tener contactos siempre fui y toqué puertas, con la convicción es todo posible. Hay que tener confianza en uno mismo y creer que si elegiste ese lugar te pertenece”, explica Victoria.
“En la aviación todos los días hay algo nuevo y afrontamos cosas diferentes, esta carrera en sí misma es un desafío constante, ser mecánica me ayudo para ser piloto, porque tengo una visión diferente, al saber cómo es la mecánica de avión tengo más opciones de resolución de fallas o problemas que se puedan presentar, lo advertís de otra forma, considero que es una back up que tengo muy valioso”, destaca Victoria de su experiencia.