Ornella es una pianista marplatense de 20 años, parte de una nueva generación de músicos. Comenzó sus estudios musicales a los 14 y en poco tiempo logró dominar la tradición jazzística de forma destacada. Desde inicios del 2022 lidera Ornella Contreras Trío, que completan Nicolás Pasetti en contrabajo y Nahuel Flores en batería.
No viene de una familia de músicos, pero cuando era chica sus padres la inscribieron a ella y a su hermano en el Conservatorio de Música "Luis Gianneo" de Mar del Plata, ciudad donde nació y vive. A los 14 años recibió una beca para estudiar jazz en el Espacio Colectivo de Experiencias Musicales, ECEM, y luego se siguió formando con varios músicos como Jorge Armani, Julian Maliandi y Eugenia Rozental.
Hoy Ornella se mueve entre Mar del Plata y Buenos Aires, presentándose con su trío, como solista o como invitada de otros grupos, es su propia manager, sigue estudiando a diario y también se desempeña como profesora de piano. Ya ha tocado en importantes clubes de jazz como Thelonious Club y Prez Jazz compartiendo escenario con referentes del jazz argentino como Erique Norris, Eloy Michelini y Jerónimo Carmona. Además participa de varios proyectos, entre ellos, de Plan Maliandi que es integrado por músicos de trayectoria como Valentin Garvie, Martín de Lassaleta, Luciano Monte y Julian Maliandi y en el cuarteto de Alejandro Herrera New Marpla 4.
Con la fuerza y las ganas de la juventud sumado a la pasión por el jazz, viaja a Buenos Aires seguido para presentarse en distintos escenarios. Su talento ya es reconocido por el público y por otros músicos que no paran de invitarla a participar de diferentes proyectos y shows. Ornella destaca de ella misma que es muy estudiosa (sigue estudiando a diario piano clásico) y que dedica parte del día a conseguir y gestionar presentaciones para su trío. Para ella ser muy joven y mujer no parece ser una dificultad a la hora de aceptar y encarar nuevos desafíos.
¿Es difícil el jazz como género musical?
Muchos músicos me dicen que les cuesta, pero para mí es estar familiarizado y las ganas que uno tiene de escuchar ese género. Pero si puede ser complejo en cuanto a armonía, a entendimiento, como un poco más intelectual, pero depende de qué tipo de jazz también y si uno le agarra la mano es igual que cualquier otro estilo.
¿Podés definir qué tipo de jazz hacés?
Estoy en varios tipos de jazz, por ejemplo, junto con un trompetista toco el tradicional, que es mucho más simple, en cuanto a valor rítmico y a valor de tradición de la música es muy nutritivo. También me junto a tocar jazz de la época swing y jazz más electrónico. Y también aporto mi lenguaje a bandas de rock o de blues. _Mientras más pueda crecer mejor.
¿Y qué es lo que más te gusta de tocar jazz?
Me gusta que puedo combinarlo con un montón de otros géneros y me abrió la mente y las posibilidades de pianista que tengo. En el jazz trabajas armonía, ritmo, improvisación, mucho el oído. Y estar frente a situaciones que no sé que va a pasar es un desafío, entonces eso me ayuda a que si tengo que aprender un tema de otro género lo entiendo. Y las clases de piano clásico me ayudan al lado técnico, voy nivelando desde ahí, música popular y académica.
¿Cómo son tus días entre trabajo y estudio?
Estudio de forma particular piano clásico, enfocado en lo técnico, que es bastante difícil y tengo que estudiar mucho y me consume bastante tiempo, y después estoy tocando, ensayando, dando clases y estudiando por mi cuenta, también hago grabaciones a pedido para proyectos.
¿ Ya podés vivir de las presentaciones?
Eso aún es medio inestable, por eso también doy clases particulares en el instituto ECEM.
¿Cómo te sentís liderando un trío de jazz siendo tan joven?
Me encuentro bastante cómoda más allá de que soy la más joven, pero siempre aportando y aceptando la devolución de los otros músicos. Dentro del jazz siempre hay una cuestión de comunicación y de grupo. Con los chicos nos conocemos hace tiempo y tocamos mucho. Los conocí en las “jams” en Mar del Plata, es cuando los músicos de jazz vamos a un lugar y tocamos improvisadamente, tenemos cierto repertorio en común y nos juntamos y tocamos. Los conocí mucho de irlos a escuchar y así que surgió de una charla tocar juntos y sentí que con ellos había una buena conexión musical y, además, tocan increíble. Se dio naturalmente.
¿Cómo es ser mujer en el mundo del jazz?
Hay muy pocas, por ejemplo soy la única profe mujer que da clases de jazz en mi instituto, en un staff de 8 profesores. Recién ahora estoy cayendo en eso, en las “jams” era la única que se animaba a subir y tocar como instrumentista. Quizás cantantes hay más. Ahora hay otras chicas que me escuchan y me dicen que las inspiro.
¿Tu familia te acompaña?
Si, tuve suerte, tengo días que estoy muy a full, entre el estudio, la gestión de las presentaciones, las clases, los conciertos, bastante tiempo fuera de casa y ellos siempre me apoyan, me cuidan, me van a ver, me van a buscar cuando toco.
¿Y cómo manejás el tema de la nocturnidad que muchas veces les toca vivir a los músicos en sus presentaciones?
A mi no me interesa quedarme hasta tarde porque me gusta estudiar y al estar rodeada de gente que tiene el doble de mi edad, ellos ya pasaron por esa etapa, terminamos de tocar, comemos y cada uno se va a su casa.
¿Cómo enfrentas el momento de subir a un escenario?
Al principio tenía miedo de tocar hasta frente a mi abuela, era muy miedosa, nada que ver a lo que soy ahora. La primera vez que toqué en Buenos Aires tenía un miedo increíble, pero una vez que me senté en el piano ya está, te olvidás de todo. Es una cuestión de maduración, de seguridad y de experiencia. No fue de un día para el otro que me puse a tocar, fue todo un proceso. Creo que eso fue lo más difícil: tener seguridad en una misma.
¿Te tocó pasar alguna situación difícil en presentaciones?
Una vez estaba en una “jam” y subió un tipo medio borracho que molestaba a los músicos y nadie se animaba a sacarlo y yo le dije: dame el micrófono. Con una cara ! . . . me lo dio y se bajó. Tengo eso: carácter. Por eso hablo de la experiencia de no dejarse pisotear, también me pasó que me propusieron cierto dinero por un show y luego no me lo querían dar, y estar en situación de arreglar eso es difícil, me pesa pero hay que hacerlo.
Como referentes mujeres en la música Ornella menciona, por supuesto, a la reconocida pianista argentina Martha Argerich y a Paula Shocron, pianista destacada en el ámbito del jazz, a quien pudo conocer personalmente.
Ornella en muy poco tiempo vivió experiencias profesionales muy interesantes entre ellas señala haber tocado, en marzo del 2021, en el Teatro Auditorium de Mar del Plata, en el homenaje a los 100 años de Astor Piazzolla quien nació en esa ciudad. “Tocamos música de Piazzolla adaptada al género jazz, con arreglos del lenguaje jazzistico, fue importante”, recuerda.
Para el año que viene proyecta sacar su primer disco con el trío, están apunto de ponerse a grabar, luego viene la larga etapa de edición. Por otro lado, en algún momento también pensó en ir a tocar a cruceros, “pero aún estoy decidiendo porque eso te ayuda en forma económica pero en lo profesional tal vez no tanto”.