Marta Maldonado es Perito Odontóloga Forense en el Cuerpo Médico Forense y Morgue de la Justicia Nacional desde el año 2009, cargo para el cual concursó. Su trabajo implica realizar pericias de casos judiciales que presentan relación con la odontología; por ejemplo, valorar el menoscabo que produce una pérdida de piezas dentarias traumática en el ámbito de la justicia del fuero civil, penal, laboral.
Orgullosa, informa que es la única en el cargo en el Cuerpo Médico Forense y Morgue Judicial y referente en la especialidad en el país y en toda Latinoamérica. “Mis objetivos ahora son lograr que cada jurisdicción de la justicia, cada provincia, tenga más cargos de peritos odontólogos formados académicamente para desarrollar las tareas necesarias a fin de esclarecer las causas”.
Marta es, también, quien informa al juez sobre la responsabilidad profesional que tuvo el odontólogo en una praxis que por algún motivo fue denunciada y el buscador necesita del soporte técnico científico para dictaminar. Además de esto, en su labor puede ser necesario datar la edad en un menor, lo cual se puede realizar estudiando la evolución y maduración de las piezas dentarias, o buscar en marcas de mordidas al agresor de una víctima de violencia.
Anteriormente, Marta trabajó en su consultorio particular como odontóloga. Desde el año ‘75 se enfocó en el área de la clínica odontológica. “Abracé desde el comienzo con mucho cariño la profesión y a mis pacientes”, acentúa.
Cuenta que siempre le llamó la atención el tema forense. Así fue que en el año ’93 comenzó a hacer pericias de oficio, hizo un curso de derecho procesal, la Licenciatura en Criminalística, y la especialidad en Odontología Legal. En el año 1995 tuvo la posibilidad de realizar una pasantía en el Cuerpo Médico Forense y Morgue Judicial. “Desde ese momento comencé a apasionarme y a tratar de tomar cuanto curso o carrera de posgrado sobre la especialidad podía, hasta llegar a generar programas académicos sobre el tema y rendir examen ante la CONEAU para certificar la Carrera de especialidad”.
En cuanto a los desafíos que tuvo que enfrentar en su carrera, el primero y principal lo constituyó el hecho de que no existía, en el ámbito forense, la especialidad de odontólogo legista. Actualmente se dicta como tal, pero esto fue gracias a Marta, quien buscó la forma de certificar su experticia. Esta acción evidenció la importancia de la odontología como ciencia para la investigación criminal, en su aspecto legal y forense, en pos de resolver casos judiciales.
“Mi trabajo es sumamente interesante en cuanto a la investigación técnico-científica que realiza la odontología a favor de esclarecer un caso judicial, llevando las evidencias necesarias al juez para que pueda dictaminar con precisión científica”, señala.
Lo cierto es que Marta tuvo que hacerse espacio en un ámbito jurídico, donde la mayoría, aún hoy, son hombres, de profesión abogados y médicos. “Yo, mujer y odontóloga, fui marcando mi lugar y camino en ascenso”, recuerda. Se lleva bien con sus colegas hombres y comenta que desde el inicio siempre fue colaboradora en el trabajo con presencia, técnica y ciencia, destacando la importancia del trabajo en equipo. “Ser mujer tiene un plus en cada lugar de trabajo, ya que además de ocupar un puesto o cargo laboral somos madres y llevamos adelante la gestión del hogar”.
Marta llevó adelante el proyecto de Ley Nacional 26.812 sancionada en 2013 sobre registros odontológicos, que tiene como objetivo la normalización de reglas uniformes en la generación de datos en historia clínica y odontograma. Por otro lado, está actualmente trabajando en otro proyecto de ley, para que cada jurisdicción judicial tenga en sus cuerpos médicos de forenses y morgues a peritos odontólogos en sus equipos de investigación, como así también para que las fuerzas de seguridad en sus departamentos de investigación científica del crimen cuenten con expertos odontólogos forenses.
“Siempre busco, además de dar lo mejor de mí en cada caso, la posibilidad de aportar al futuro, y en este sentido la Ley 26.812 fue un gran trabajo que dio su fruto, y a la cual hoy las provincias van adhiriendo”, relata.
Además de ser perito, Marta es docente en posgrado de esta especialidad, y cuenta que disfruta mucho contagiar la pasión y orgullo que siente por su trabajo. “A la mujer que quiera trabajar en este ámbito le diría que se ponga los stilettos y camine firme hacia adelante, siempre con una muy buena formación, responsabilidad, ética y empatía”, concluye.