María Isabel en el 2005 se convirtió en la primera mujer en egresar como ingeniera en sonido de la Universidad San Buenaventura de Bogotá, Colombia, en una cohorte integrada por 70 varones. Su nombre quedó grabado en la historia de esa primera promoción, no solo como un símbolo de perseverancia, sino como el inicio de un camino profesional que cruzaría fronteras.
Sin estrenar su título en su país natal, María Isabel se trasladó a Buenos Aires tras casarse, y fue en Argentina donde desplegó su carrera con un enfoque multifacético que combina ingeniería, arte y docencia.
Desde 2007 forma parte del cuerpo docente de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), donde comenzó como ayudante en materias de grabación y hoy se desempeña como profesora titular de Práctica Profesional, tutora de estudiantes y miembro del equipo de coordinación de la carrera de Ingeniería de Sonido. Además, comparte sus conocimientos en Psicología de la Música dentro de la Licenciatura en Musicoterapia de la UCES.
Su trayectoria integra saberes técnicos y sensibilidad artística. Como cantautora, presenta su música bajo el sello Mia Sound, disponible en plataformas digitales, y también ha desarrollado un espectáculo musical para niños y sus familias con el que recorrió distintos escenarios del país.
María Isabel es autora del libro La musicoterapia y la ingeniería acústica: un primer acercamiento, una publicación que refleja su actual especialización en musicoterapia y educación.
Su pasión por la psicoacústica — el estudio de cómo el sonido afecta al ser humano — ha sido un hilo conductor en su camino. Durante años trabajó en acústica ambiental, realizando mediciones de ruido y vibraciones, estudios de impacto acústico y diseños de mitigación para comercios, industrias y espacios urbanos.
“Hoy enseño cómo influye el sonido en el ser humano y cómo se relaciona la música con el cerebro”, afirma, con la claridad de quien encontró un propósito en la intersección entre ciencia, arte y bienestar.
¿Cómo llegaste a estudiar ingeniería de sonido?
Siempre me gustó mucho la música; la estudio desde que tengo 4 años y vengo de una familia muy musical. Siempre me gustó cantar y era curiosa por ver cómo se ejecutaban diferentes instrumentos, estuve en clases de guitarra, de flauta, de piano, de canto, pero me gustaron más el saxofón y el canto, después me empezaron a interesar mucho todos los fenómenos físicos que se relacionaban con el sonido y las vibraciones, entonces los tests vocacionales que hacía, me sugerían estudiar ingeniería de sonido, sin embargo en ese entonces la carrera no existía en Colombia, por lo que empecé a estudiar ingeniería informática; yo pensaba que si en algún momento aparecía la carrera tenía que tener conocimientos similares en cuanto a la matemática, física y álgebra, y así fue.
Luego de estudiar dos años y medio ingeniería informática se abrió la carrera de ingeniería de sonido en Bogotá. No lo dudé ni un segundo, de Medellín me fui a vivir a Bogotá, me convalidaron 11 materias y ahí continué.
¿Era una carrera donde cursaban mayoritariamente hombres?
La mayoría eran varones, comenzamos tres mujeres de un total de 70 estudiantes, al final nos recibimos 10 varones y yo.
¿Sigue siendo un rubro masculino o actualmente hay más mujeres trabajando?
Ya hay muchas más mujeres que han incursionado. Es una carrera muy linda, que también es para mujeres porque es de aplicación en diversas áreas.
¿Cuáles son las áreas de aplicación?
En la carrera de Ingeniería de Sonido que se dicta en la UNTREF las ramas de especialización son 3, ciencias de la grabación, que es todo lo relacionado con la operación de dispositivos electroacústicos, como consolas, micrófonos, parlantes para sonido en vivo, grabación, edición, mezcla, programación de plug-ins de audio y diseños sonoros en variedades de eventos como conciertos, recitales, en conferencias, en shoppings, teatros, etc. Otra rama es la parte de electrónica de audio, que contiene materias como procesamiento de señales, audio digital y comunicaciones, de electrónica como circuitos electrónicos, laboratorio de electrónica, e instrumentos y mediciones electrónicas. Hay estudiantes, por ejemplo, que estudian el procesamiento de la voz para usos forenses. Otros han realizado la práctica en el laboratorio del ejército y en el Hospital Italiano en donde en este último, por ejemplo, colaboran para poder detectar la emocionalidad en las voces y ver cómo le van dando una atención telefónica diferencial a quienes llaman de acuerdo a la propia emocionalidad. La tercera rama, es la acústica y electroacústica, es enorme su campo de aplicación, por ejemplo en áreas como la medicina en todo lo relacionado a implantes cocleares, equipos de diagnóstico ultrasónicos como los ecógrafos; en el océano se utiliza el sonido para la detección de objetos, en la psicoacústica se estudia cómo influencian los sonidos a los seres humanos y también se puede extender a los animales y a las plantas. En la arquitectura abarca lo que es aislamiento y acondicionamiento de espacios y en acústica ambiental todo lo relativo a la contaminación acústica como el control de ruido y vibraciones.
¿Cómo cuidas de tus oídos que son tu herramienta de trabajo?
Nos concientizamos desde el primer momento en cuidarnos el oído, que es una de nuestras principales herramientas. En la carrera tenemos entrenamiento auditivo en las materias de grabación. Mientras que en la música se ejercita la detección y reproducción de notas, acordes e intervalos con su escucha y vocalización, en la ingeniería de sonido se entrena para detectar frecuencias, la nota “La” central, equivale a 440 Hertz, si queremos subir la frecuencia para que sea una octava más arriba, entonces serían 880 Hz, o 220 Hz si queremos que sea una octava más abajo o la misma nota en una frecuencia más baja.
¿Y eso se ejercita? ¿Lo vas adquiriendo con la experiencia?
Sí, hay programas de entrenamiento auditivo. Y también hay entrenamientos en detectar, por ejemplo, interferencias, distorsiones, o diferentes tipos de ruidos. Si es un ruido intermitente, impulsivo o continuo, si es un ruido rosa, blanco, o si es de baja frecuencia provocado por una máquina o motor”.
¿Y vos cómo te cuidás? ¿Tenés alguna rutina, controles anuales?
Yo soy consciente por ejemplo de que en las discotecas o eventos como conciertos tienden a reproducir altos niveles sonoros; un oído no puede estar expuesto a más de un determinado nivel sonoro en un período de tiempo, entonces, si yo sé que un boliche reproduce música entre 90 y 100 decibeles aproximadamente, yo no me voy a poder quedar más de 3 horas, porque puede ser que mi oído comience a experimentar un trauma acústico. El tinnitus es muy común y puede percibirse después de haber estado expuesto a altos niveles sonoros como un tono en el oído de forma permanente o esporádica, como si fuera un pitido continuo. Si esas exposiciones a altos niveles sonoros que estresan el oído persisten en el tiempo, pueden afectarlo de manera permanente y en esa instancia ya es muy difícil rehabilitarlo, es decir, devolverlo a su estado natural, por lo tanto se produce un deterioro en su funcionamiento ocasionándose pérdida auditiva. No exponerse durante largos periodos de tiempo a altos niveles sonoros y realizarse audiometrías periódicamente es una manera de conocerse y cuidarse.
¿Y cómo es el cuidado que hay que tener con el uso de auriculares?
Eso es algo muy interesante, yo a mis hijos no los dejo usar auriculares que se introducen en el oído, que se llaman “in-ear”. Es muy importante que la comunidad sepa que hace algunos años se descubrió que no solo estar expuesto a altos niveles sonoros durante un período de tiempo puede ocasionar pérdida auditiva sino que también la cercanía de la fuente sonora al oído puede afectar al tímpano. Es por eso que si utilizas auriculares “in-ear” a niveles altos no solo puede haber una afección en el oído interno con el uso prolongado del mismo, sino también en el tímpano por la cercanía con la fuente sonora.
Es importante que se sepa también que el pabellón auditivo que llamamos oreja cumple un papel muy importante porque colabora con la localización de las fuentes sonoras, es decir, nos ayuda a detectar de dónde proviene el sonido y también la elevación de esa fuente que está provocando ese sonido; esto le permite al cerebro procesar la información y darnos la orden de atacar o defendernos, correr o huir. Si estamos caminando en la calle con las orejas tapadas por auriculares esto nos va a impedir reconocer cuán lejos o cerca está un tren, un colectivo o una persona en el caso de una ciudad; y un animal, el sonido del viento o una avalancha, si estamos en la naturaleza.
¿Has trabajado en ámbitos donde se mide la contaminación acústica de las ciudades?
En la Ciudad de Buenos Aires se aplica la ley 1540 y su decreto reglamentario 740, que es la normativa que controla y regula la contaminación acústica y normas IRAM como la 4062, entre otras, en diferentes municipios. Contienen los límites máximos permitidos que una determinada fuente sonora puede llegar a producir en diferentes actividades como comercios, fábricas, autopistas, eventos, centros de entretenimiento, de esparcimiento, teatros, cines, instituciones educativas y de la salud, además de los automotores. En el caso del decreto 740 de la ley 1540 de la CABA, dice que toda actividad para ser habilitada debe contar con la realización de un Estudio de Evaluación de Impacto Acústico confeccionado por un profesional que sepa realizar mediciones de niveles de ruido trascendentes, registrar la información y evaluarla según lo establecido en la ley y concluir si la actividad en cuestión contamina o no contamina con ruidos molestos.
Yo trabajé muchos años realizando estos estudios de evaluación de impacto acústico en el ámbito privado y también estuve un tiempo en la Dirección de Control de la Calidad Ambiental del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuando existía, ahora ya se llama Dirección de Control y se encuentra adentro de la Agencia de Protección Ambiental; allí fui asesora y colaboraba con los inspectores en las mediciones, en sus capacitaciones tanto para la aplicación de la normativa como para el manejo de los sonómetros que son los equipos que se utilizan para realizar las mediciones. También me dedicaba a casos diferentes o que no fueran comunes. Por ejemplo, hice un relevamiento de los niveles sonoros de la Reserva Ecológica Costanera Sur, que me permitió estudiar el ruido que llegaba al lugar y de cómo este afectaría a la vida animal de esa reserva.
¿Y qué resultados obtuvieron de ese estudio?
Que si seguían aumentándose los niveles de ruido generados por las fuentes sonoras contiguas a la reserva, podría verse afectada la comunicación de las aves, sus migraciones, su alimentación y su reproducción también.
¿Cuál fue, de todas las experiencias laborales que tuviste, la más desafiante o difícil?
Los diseños de aislamientos acústicos tienen su complejidad porque luego de medir el nivel sonoro adentro y afuera de un recinto para poder conocer la diferencia de cuánto sonido está aislando la estructura edilicia actual que tiene ese recinto y evaluar si se tienen que minimizar los niveles sonoros trascendentes porque son molestos y están perturbando de alguna manera a las personas que habitan dicho recinto, en primer lugar hay que identificar cuál es la fuente sonora generadora de ese ruido trascendente y su ubicación geográfica, es decir, si se trata de compresores de HVAC que funcionan adentro de comercios, de música reproducida a altos niveles, o ruido generado por autopistas o por canchas de fútbol, como por nombrar algunos ejemplos. En caso de que sean varias fuentes funcionando simultáneamente, no basta con utilizar un sonómetro únicamente como herramienta de medición sino que ya se debe emplear una cámara acústica que cuenta con muchos micrófonos para detectar la ubicación de las fuentes sonoras y la energía sonora que está generando cada una. Cuando se tienen esos resultados y si llegara a catalogarse como ruido trascendente molesto según la normativa, se procede a realizar el diseño de las medidas de mitigación de aislamiento acústico, haciendo cálculos mediante la utilización de un software de simulación para saber si ese diseño podría funcionar o no. Hay que tener en cuenta que existe un margen de error entre esa simulación y la realidad, porque por más de que se tengan o se releven los planos del lugar, hay construcciones antiguas en las que es más difícil predecir qué deterioro o modificación han tenido con el tiempo, entonces cuando aplicas ese diseño, cuando lo llevas a la realidad, en vez de atenuar 10 decibeles como por decir un valor, termina aislando 7, y más si se trata de aislar frecuencias bajas que son las que mayor longitud de onda tienen, por lo tanto se requiere de espacio y de re-construir paredes, pisos y/o techos, lo cual a veces no es posible porque se trata de departamentos que no cuentan con ese espacio o no se pueden hacer modificaciones de fachadas si es un ph, entre otros impedimentos.
¿Actualmente cuáles son tus actividades laborales?
Estoy dando clases en la carrera de Ingeniería de Sonido de la Untref y en la Lic. de Musicoterapia de la UCES, además tengo un proyecto de música para niños con la intención de mejorar su calidad de vida y estoy trabajando para ampliarlo a adultos. Con la realización de estas actividades integro lo vivido, estoy en contacto con las personas, con ellas se van tejiendo instancias de concientización sobre cómo el sonido y la música pueden influirnos de manera positiva o contaminarnos. En mis presentaciones musicales si se encuentra un niño con algún tipo de trauma, discapacidad o condición, aplico mis conocimientos en musicoterapia y me propongo adecuar mi show para que todos los asistentes puedan disfrutar lo máximo posible.
¿Lograste integrar tu parte musical artística con la ingeniería?
Es una integración maravillosa porque a la hora de diseñar una presentación musical tengo en cuenta cómo afecta el sonido al ser humano, puedo hacerme mi propio sonido en vivo; si es un lugar pequeño, llevo mi parlante, mi consola, mi micrófono, y si se trata de algo más grande sé a quién pedirle ayuda.
¿Sos exigente en ese aspecto?
Sé elegir muy bien a los profesionales que trabajan conmigo y confío en ellos.
¿Cuáles son tus aspiraciones profesionales o sueños?
Continuar enseñando, concientizando sobre la influencia del sonido y la música en el ser humano, compartir mi experiencia, mi trayectoria, inspirar a que cada estudiante pueda encontrar realmente lo que le haga feliz. Y que dentro de toda la posibilidad que ofrecen las carreras en las que participo, que mis alumnos puedan darse el permiso de experimentar, de cuestionar, tomar sus propias decisiones, de equivocarse y aprender. Quiero continuar con la música para influir positivamente sobre las personas, en sus emociones, en su bienestar y definitivamente en su salud. Pienso que la música es un conjunto de sonidos que tienen un orden específico que puede utilizarse como remedio con el que puedes mejorar tu salud mental, emocional, física y espiritual.
