Mara ya cuenta con varios años de experiencia laboral en un área que aún es dominada por los varones: el desarrollo de videojuegos. Además de ser la creadora de una plataforma dedicada a gamification, videojuegos y aplicaciones, es profesora en la Tecnicatura en Desarrollo de Videojuegos de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), es autora del libro Videojuegos, Crea tu empresa en 10 pasos, y forma parte del grupo “Women in Games”.
Mara supo combinar su formación y expertise en videojuegos con una fuerte impronta emprendedora. Desde el 2007 lleva adelante el servicio de desarrollo de videojuegos. No fue fácil, cambió de socios varias veces y aprendió mucho desde entonces. “Era difícil armar un proyecto, recién había terminado de estudiar programación y empecé sola pero con la idea de armar un equipo. Comenzamos en un bar, e hicimos un primer juego, que nunca lanzamos. Esa formación original no quedó”, recuerda Mara.
“Al emprender, tenés que saber que podés estar abajo y luego arriba. El tema no es evitar caerse sino levantarse rápido”, aconseja.
Antes de estudiar programación, ella se recibió de publicista. Actualmente brinda clases en la Tecnicatura en Desarrollo de Videojuegos de la UADE, cuyo plan de estudios ayudó a crear. “Lo que me gusta de estas carreras es que hay muchos emprendedores y puedo ayudarlos a que lancen sus iniciativas”, agrega Mara.
Más de diez mil profesionales del gaming, animación y multimedia han sido sus alumnos. Mara también promueve a jóvenes a crear sus juegos y proyectos. Logró implementar un programa de mentoreo con base en Miami, Estados Unidos. “Si bien esta ciudad no es reconocida como un lugar donde la tecnología esté potenciada, consideramos que es un buen puente entre América Latina y Norteamérica, para que jóvenes emprendedores se expandan internacionalmente”.
Hoy, su equipo desarrolla juegos propios y a pedido, pero se especializan en mobile y en casual games. Sus días de trabajo se pasan entre las horas de clases, reuniones con clientes, brainstorming con los socios y “la parte más divertida” que es probar los juegos. Todos trabajan con horarios flexibles, en la oficina, en un co-working o donde puedan llevar la computadora. Ella se encarga de armar los equipos por proyectos y gestionar todo el proceso creativo para desarrollar un videojuego. “Me gusta mucho animar, programar, diseñar e ilustrar”.
Sobre el proceso creativo de un videojuego, Mara dice que no hay un lugar desde donde se empieza. “Se puede arrancar con un guión, con un boceto de diseño o con algo que ya tenías programado. Armar una historia en base a eso, o crear personajes y luego inventarle una historia”, cuenta.
Destaca entre los proyectos desarrollados un juego que hizo para el Bicentenario, llamado el Tren de la historia, donde el avatar es Mariano Moreno. “Fue un trabajo muy interdisciplinario y divertido. Participaron en su creación periodistas, historiadores, desarrolladores, animadores de videojuegos, músicos y programadores”. Y lo más importante es que vinculó la parte académica con el desarrollo del juego porque participaron varios de sus alumnos.
Considera que para llevar adelante un equipo hay que trabajar mucho la empatía y poder tener una visión más amplia. “Al principio era muy estricta en cómo quería la resolución de los proyectos. Con el tiempo me di cuenta de que está bueno delegar algunas decisiones y confiar en las sugerencias del equipo”, reconoce.
Más del 90% de profesionales en este rubro son hombres, pero Mara cree que los grupos heterogéneos son mejores porque coexisten distintas visiones y aportes. “Me gusta como se complementan los géneros en el trabajo, veo que las mujeres son más cooperativas a la hora de diseñar las reglas para un juego y los varones más competitivos”, detalla.
En ese sentido, participa del grupo “Women in games” que reúne a 50 mujeres que comenzaron armando un WhatsApp para compartir información y ponerse al día de las novedades de la industria. Hoy ya están proyectando un Hackatón, talleres de videojuegos y mentorías para mujeres que están interesadas en desarrollarse en estas tecnologías.