Eliana es la primera supervisora de línea de una importante industria de autopartes de la zona norte del Gran Buenos Aires. Comenzó hace tres años como operaria y enseguida creció hasta llegar a este cargo de mando y supervisión.
Eliana ya cuenta con una carrera de rápido crecimiento en la industria automotriz. Comenzó a los 22 años como operaria en la línea de soldadores, hizo soldadura manual y soldadura robótica (con grandes máquinas donde entran las piezas del auto), y al año era líder. Dos años después, se convirtió en la primera mujer supervisora en la industria en la que trabaja actualmente.
El trabajo de soldadura consiste en el seteo de partes. Los operarios rotan en las líneas de producción ya que tienen la modalidad de ser polivalentes, es decir que cada uno sabe manejar cuatro tipos de soldadura. Cada línea se rige por un protocolo y los operadores se rotan semanalmente, y tienen que saber usar los robots y ejecutar las tareas de cada puesto.
“Trabajamos teniendo como guía el funcionamiento de grandes plantas como Toyota. Esta planta está copiando muchos rasgos de la tecnología que usan industrias mayores”, cuenta Eliana, quien hoy está a cargo de 6 líderes y 36 operarios divididos en dos turnos.
Ella coordina la productividad de la planta, desde los datos numéricos hasta la entrega y la coordinación del personal. También realiza el seguimiento de las tareas de los líderes y operarios. “Mi función es conocer, comprender y acompañar a los líderes y operadores en sus labores”, describe. “Las experiencias anteriores de soldadura y liderazgo fueron fundamentales para poder desempeñar bien mi trabajo actual”, agrega Eliana.
“Mi día comienza chequeando los ausentismos, armando las coberturas, haciendo los seguimientos e implementando el sistema de gestión de piso. Todos trabajamos para cumplir con los objetivos. En la línea de soldadura cada celda (son 26 bocas de producto terminado) tienen sus metas y cronogramas. A la vez, nuestra planta tiene entrega pactada con la firma Toyota, y eso nos obliga a cumplir con un consumo medio diario”, explica esta joven supervisora.
Eliana cuenta que ser mujer no fue un obstáculo para asumir la responsabilidad de liderar. Reconoce que tuvo muy buena aceptación, pues la planta donde trabaja "tiene muy normalizado e incorporado el que haya mujeres actuando en distintos puestos. Acá realmente sos una más. Éste es el carácter de la empresa y me parece muy positivo. Es una realidad que no he visto en otras empresas”.
Como ejemplo, destaca que los entrenamientos y capacitaciones que recibió fueron siempre muy inclusivos. “Acá tanto varones como mujeres tenemos las mismas oportunidades”, señala.
Con muchas expectativas, Eliana ve grandes posibilidades de crecimiento tanto para hombres como para mujeres de la planta: “Siempre existe la posibilidad de pasar de un sector a otro. Los operarios acá ya no quedan estancados en una línea de producción. Es uno de los aspectos que valoro de esta empresa”, expresa.
Muy comprometida con su trabajo en el sector automotriz, quiere llegar al próximo escalón profesional: jefe de producción. Este puesto, hasta el momento nunca fue ocupado por una mujer. “Deseo estudiar para tener mayor conocimientos y herramientas para seguir creciendo en esta industria”.