Carla es adiestradora canina especializada en modificación del comportamiento. Asiste a familias o dueños de perros con inestabilidad emocional a lograr una mejor convivencia, y también a educarlos para optimizar la calidad de vida de todos. Aplica un método cognitivo emocional que apunta a lograr armonía entre dueños y sus mascotas.
Carla se capacitó y convirtió en adiestradora profesional de caninos cuando tuvo que resolver un grave cuadro de ansiedad de un perro que había adoptado. “Era muy difícil el día a día en el paseo, con las visitas, etc. En ese momento no sabía cuál era el problema, así que entre clases e investigaciones para ayudarlo, fui aprendiendo, tomando cursos, y así decidí profundizar los estudios con los métodos de adiestramiento que me parecieron más eficientes y adecuados para desarrollar una carrera con buenos resultados”, cuenta Carla.
En principio lanzó su propia marca y luego pasó a representar en la Ciudad de Buenos Aires a la empresa internacional con la que se formó, que tiene mucha importancia en su campo.
Hoy ayuda a dueños y a sus perros, que viven en la ciudad y lidian con diferentes problemáticas: ansiedad, miedo o agresión. Su dinámica de trabajo es conocer la familia en su lugar de acción y convivencia con el perro, observar cómo se mueven y cuál es la dificultad. Trabaja dentro del hogar y también en la calle o una plaza para resolver los problemas que se pueden presentar: En muchas ocasiones sus servicios son requeridos para educar o enseñarle al perro algo particular. Su método basado en el vínculo requiere que una de las personas de la familia sea quien trabaje con ella para transmitir al perro y al resto del grupo las indicaciones “Los asesoro en el trabajo más adecuado y trabajamos juntos en modificar lo necesario, para que puedan vivir felices”, explica Carla.
Este rubro empezó siendo una labor masculina ya que “la figura del adiestrador en general estaba relacionada a hombres de las fuerzas militares o policías que venían de la tradición de adiestrar los perros para guarda”, recuerda. Y señala que aún persiste la idea de que “si la adiestradora es mujer lo va a tratar suavecito al perrito, y eso, lamentablemente, está asociado a que el perro debe ser maltratado para aprender”.
Hoy el adiestramiento canino es un campo que crece y evoluciona constantemente. “Es una actividad relativamente nueva en nuestro país, pero como sociedad estamos cambiando la mirada, reconociendo al perro como un ser con su individualidad que depende de nosotros, es alguien que nos quiere, aporta un valor a nuestra vida y a quien querer; en lugar de ser un simple objeto de la casa. Esto hace que las familias se preocupen más por comprender y saber acerca del comportamiento y necesidades de los perros y en eso ayudamos los adiestradores”, describe.
La base teórica de su tarea es la cognición canina que permite entender y comunicarnos mejor con los perros. Carla se actualiza constantemente en la materia y cuenta que “desde el tratamiento comportamental hasta el entrenamiento deportivo, vamos descubriendo una infinidad de actividades para compartir con nuestros perros”.
Su día laboral es muy intenso porque desde el punto de vista emocional debe entender y lograr un buen vínculo con el perro y a la vez con la familia que la convoca, tranquilizarlos, cumplir con sus expectativas y enseñarles conceptos nuevos. Pero reconoce que “ver resultados es estimulante porque te confirma tu capacidad como profesional y te alegra saber cómo cambia la calidad de vida del perro y sus tutores”. Destaca la empatía como cualidad fundamental de una adiestradora: “Se necesita mucha empatía para comunicarte y resolver las necesidades de una especie que tiene un código muy distinto al tuyo”. Y agrega: “Ser observador, detallista y paciente son cualidades que ayudan muchísimo en el desarrollo de la tarea”.
Carla cree que el aporte de su trabajo para mejorar la vida de nuestra sociedad tiene que ver básicamente con la educación que ella puede brindar sobre la responsabilidad, convivencia y vida en común con otras especies, en este caso los perros.