Es bandoneonista, compositora, arregladora y gestora de políticas culturales para la preservación del patrimonio de la humanidad. Hasta el momento es la única mujer bandoneonista que llegó al Teatro Colón de Buenos Aires como solista de orquesta sinfónica.
Carla tiene una extensa carrera profesional vinculada a la música, no sólo como bandoneonista, compositora y arregladora sino también por su compromiso como docente y gestora cultural. Formalmente estudió en la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), en el conservatorio de la Escuela Integral de Música (EIM) y en el Instituto de Música Popular del Sindicato Argentino de Músicos (SAdeM).
Hoy dirige el Centro Cultural Polo Bandoneón, que ella misma fundó, ubicado en el porteñísimo barrio de Pompeya. Allí se dictan talleres gratuitos para toda la comunidad destinados a la preservación y difusión del bandoneón y el lenguaje del tango. “En centro cultural trabajan destacados maestros transmitiendo de generación en generación nuestra cultura musical en los diferentes niveles de aprendizaje: inicial, intermedio y avanzado o especialización”, cuenta Carla, orgullosa de su creación.
Además de dirigir y ser parte del staff de docentes del centro cultural, Carla sigue estudiando a diario contenidos de la música, idiomas y da conciertos en diferentes ciudades del mundo como solista de orquesta o en agrupaciones de cámara. También está trabajando para la instalación de un museo interactivo de instrumentos patrimoniales en Portugal.
Nació en el partido Almirante Brown, al sur del conurbano bonaerense, donde dejaron su huella Jorge Luis Borges, Celedonio Flores, Héctor Varela y Samuel Castriota, entre otros grandes referentes de nuestra cultura, destaca Carla que hoy vive en la Ciudad de Buenos Aires.
A la hora de describir su labor como compositora dice: “Hago bocetos de arreglos de las músicas que quiero llevar adelante en los diferentes proyectos y luego me junto con los grandes arregladores para que trabajen en ellas”.
De su trayectoria Carla destaca que fue la única mujer bandoneonista que llegó al Teatro Colón como solista de orquesta sinfónica homenajeando a Ernesto Sábato en un concierto junto a algunos de los más destacados músicos de la Argentina. Pero también menciona trabajos y labores que llevó adelante en estos años como haber generado nuevo material musical para bandoneón y orquesta, fundar escuelas en los barrios donde a veces el Estado no llega fácilmente y llevar allí a los mejores docentes. Carla también creó la primera orquesta de tango de Colombia, y la orquesta Iberoamericana de tango en Portugal, que permitió unir músicos latinoamericanos con músicos europeos.
Su carrera en conciertos es muy rica y variada. Ha participado en conciertos de bandoneón solista y de orquesta de cuerdas, en homenaje a Carlos Gardel, a Aníbal Troilo, a Mariano Mores, a Chico Novarro. También en concierto a dúo con la pianista Teresita Gómez fusionando el tango y la música colombiana, en concierto con Enrique Morente fusionando el tango y el flamenco, en concierto con Katia Guerrero fusionando el tango y el fado. Ha sido parte de diferentes montajes de ópera, música de cámara, música religiosa, además de distintas músicas patrimoniales latinoamericanas.
Respecto a los proyectos culturales que encara dice que “por momentos me siento Juana de Arco porque cuando decido hacerlos parecen imposibles e impensables de llevar adelante y alcanzarlos”. Entonces, convoca a colegas y se los propone. “Después de tantos años juntos ya saben que los lograremos a pesar de todos los obstáculos”, señala.
“Me gustaría llevar el lenguaje del tango y al bandoneón solista con grupos de cámara y orquesta dando continuidad al legado que algunos de mis maestros se han propuesto alguna vez. Y dar a conocer al bandoneón dentro de las obras de orquesta y formatos de cámara, con un repertorio más amplio que solamente el de Astor Piazzolla. Tenemos y tuvimos grandes compositores y arregladores con obras magnificas y que no se dan a conocer”, detalla Carla.
El entusiasmo y pasión que pone y puso en su labor profesional la llevó a recibir importantes menciones y premios. Fue nombrada personalidad destacada de la cultura por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue nombrada Miembro Honorífico del International Arts Council de United Nation of Arts, así como Embajadora del Tango para la Ciudad de Buenos Aires y su municipio natal, Almirante Brown.
Está convencida de que “la cultura es el primer paso para la apertura de puertas en políticas internacionales”. “La preservación del patrimonio de la humanidad une a las diferentes comunidades y nos permite luego hacer convenios de cooperación internacional, con aporte de capitales privados y públicos para la construcción de relaciones que aportan crecimiento”, dice.
Como mujer llena de ideas y arte, sus desafíos profesionales y laborales son muchos pero destaca, entre ellos: “transmitir de generación en generación lo mismo que me han dado mis maestros y mis padres sobre nuestra lengua madre: nuestro patrimonio inmaterial”. Y lograr que su centro cultural, Polo Bandoneón, “sobreviva a los diferentes gobiernos porque es compromiso ante la Unesco y porque la cultura debe sobrevivir a los gobiernos”.