Candelaria es médica especialista en terapia intensiva y emergentología. Se desempeña como médica aeroevacuadora en el helicóptero sanitario de la Policía Federal Argentina. Además es comandante del cuerpo operativo de Bomberos Voluntarios de Vuelta de Rocha, en la Ciudad de Buenos Aires.
Una fuerte vocación y la perseverancia guiaron su trayectoria desde muy pequeña. Recuerda que a los 3 años ya quería ser bombero, a los 8 era la encargada del botiquín de su grupo de scouts, a los 17 estaba colaborando con la Cruz Roja y a los 18 años logró entrar al cuartel de bomberos de Vuelta de Rocha, luego de previos rechazos en varios cuarteles. Antes de ingresar a la carrera de medicina se dedicó un año exclusivamente a entrenarse como bombero, hoy va a cumplir 25 años de servicio y reviste el cargo de Comandante del cuerpo operativo en el cuartel de Bomberos Metropolitanos Voluntarios Vuelta de Rocha, institución pionera en Argentina en la incorporación de mujeres con las mismas funciones bomberiles que el personal masculino.
En 1994 participó en las tareas de rescate en el atentado a la AMIA y ese fue el punto de inflexión que definió su futuro profesional.
“Cuando ingresé a medicina ya sabía que quería hacer la residencia en terapia intensiva porque no existía la emergentología en ese momento en el país”, cuenta Candelaria. Luego de la residencia se formó con postgrados y especializaciones en Medicina Crítica, Emergentología, Medicina Interna, Medicina Aeronáutica e Instructora Crew Resource Management, Respuesta Médica en Catástrofes, Seguridad contra Incendios, Sistemas de Salud y Seguridad Social.
Se capacitó en aeroevacuación y recibió el Diploma de Honor y Premio Dirección General de Sanidad de la Fuerza Aérea Argentina al mejor promedio de Evacuación Aeromédica; con mucha insistencia se convirtió en la primera mujer operativa y aeroevacuadora de la Dirección de Seguridad de Servicios y Operaciones Aéreas de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
“La aeroevacuación tiene mucho que ver con la vocación del rescate, siempre me interesó, no era común ver mujeres en la actividad aeronáutica pero yo ya siendo bombero, intensivista y emergentóloga logré convencerlos”.
Es Directora del Comité de Calidad y Seguridad del paciente en la Sociedad Argentina de Medicina Prehospitalaria y como profesional médico de la Policía Federal Argentina trabaja en gestión de salud y políticas sanitarias para el Ministerio de Seguridad de la Nación, en la Subsecretaría de Políticas de Seguridad e Intervención Federal. Una vez por semana desempeña su actividad operativa cubriendo la guardia de 24 horas del helicóptero sanitario.
Respecto a su labor como aeroevacuadora dice que le “encanta el trabajo en equipo, se generan lazos muy fuertes”. Y valora al helicóptero “como herramienta para la democratización al acceso a la alta complejidad, independientemente del terreno, del tránsito, uno puede evacuar a una persona y salvar a una vida esté dónde esté”.
En esta profesión de riesgo Candelaria explica que siempre hay que mantener la calma: “tengo dos personalidades, me considero una persona cálida pero cuando trabajo hago un switch y me mantengo calma y fría, y estoy en un estado de alerta que hace que estés atenta a todo lo que ocurre”, explica. Reconoce que hay que tener aptitudes físicas para esta labor y cuenta que anualmente les hacen un examen físico, psicológico y clínico.
“Cada miembro del equipo del helicóptero sanitario sabe lo que tiene que hacer y es importante saber lo que no tenés que hacer” y destaca que el sistema de aeroevacuación de la P.F.A es modelo en el mundo. “El nivel técnico y de capacitación de pilotos, mecánicos, enfermeros y médicos es óptimo y cuenta con la máxima complejidad que puede tener un helicóptero sanitario, con profesionales especialistas de alto nivel”, dice Candelaria. Asisten a los efectivos heridos en actos de servicio y también a los afiliados críticos que requieren evacuación primaria o traslados sanitarios secundarios de centros de menor a mayor complejidad.
En tantos años de profesión le tocó cubrir incendios, colisiones de trenes, escapes de gas, inundaciones y en el 2018 dentro del Ministerio de Seguridad participó en proyectos de gran envergadura, como el Plan de cobertura sanitaria federal para el G 20. “Considero que mi experiencia asistencial y operativa facilita mi labor y brinda una perspectiva diferente en la gestión y planificación sanitaria. Luego de 25 años de experiencia en diversas áreas de la emergencia e instituciones, tengo una visión integral del sistema”, relata Candelaria.
Otras de las experiencias de formación que destaca fueron las rotaciones en emergencias y cuidados críticos en hospitales de EEUU, y como bombero rotó para una corporación americana que brinda servicios de emergencias médicas y de protección contra incendios en diferentes ciudades de ese país. “Allí pude ver lo importante que es la sincronización de los diferentes servicios, un trabajo muy articulado y protocolizado, no tienen nada descuidado”, recuerda.
Candelaria se autodefine comprometida y perseverante, detallista en los aspectos técnicos que deben garantizar la seguridad en su actividad. “Creo en el trabajo multidisciplinario y la diversidad, nuestra perspectiva como mujeres y experiencias de vida suman. En mi profesión generalmente las mujeres somos algo obsesivas pero resolutivas, bastante pragmáticas. Como sociedad tenemos que aprender a valorizar la capacidad y actitud independientemente del género”, aclara.
Y confiesa que “siempre fui competitiva conmigo misma, eso me ayudó para ponerme objetivos, mirar mi camino, ver en qué podía mejorar y en dónde capacitarme”.
“Estoy agradecida de haber cumplido con una vocación desde pequeña que ayudó a abrir caminos en pos de la igualdad de oportunidades laborales para las mujeres en Argentina”, sintetiza Candelaria.