Profesora de Educación Física, licenciada en Alto Rendimiento Deportivo, Bárbara Abot domina el fútbol de salón desde todos sus ángulos: como entrenadora, árbitro y jugadora. Actualmente forma parte del Cuerpo Técnico de la Selección Femenina de Fútbol categorías sub-15 y sub17.
“Una apasionada por el deporte y la profesión de docente-entrenadora”: así se define a sí misma Bárbara Abot, que nació en Azul, pero vive en la Ciudad de Buenos Aires. Su rigor profesional la llevó nada menos que a la Selección Nacional Argentina (AFA): en 2018, integró el cuerpo técnico de futsal femenino durante los Juegos Olímpicos de la Juventud. En el Club Sportivo Barracas, lideró el grupo de entrenadores de esa misma disciplina. Entre sus responsabilidades están: visualizar las necesidades y expectativas de los chicos y chicas de las distintas divisiones, y mantener la comunicación con ellos y sus padres. Su método consiste en hacer un seguimiento cuidadoso tanto de la rutina de cada grupo como de los partidos oficiales para mejorar el trabajo conjunto.
Su objetivo más inmediato es “lograr el resurgimiento del deporte en la institución, que hace cuatro años atrás había desaparecido –según explica–, Buscamos posicionarnos cada vez mejor y obtener el reconocimiento de nuestros equipos en el torneo oficial de AFA Futsal, tanto masculino como femenino, haciendo hincapié en una misma ideología de juego”
Como buena deportista, Bárbara es perseverante, dedicada y focalizada en sus metas. Con espíritu pedagógico, le gusta destacar los procesos educativos: “Cuando a un jugador o jugadora se lo selecciona para representar al país, o incluso cuando llegan a jugar en primera división, es importante reconocer el camino que ayudó a formarlos y a guiarlos no solo como deportistas, sino también como personas. Considero que eso es lo más destacable de mi labor como profesional”.
En su opinión, la mirada femenina es fundamental en un coto tradicionalmente masculino como el fútbol. “Puede ser una oportunidad para el desarrollo y crecimiento del deporte”, dice.
Aunque también registra que “aún es escasa la igualdad de oportunidades para aquellas mujeres que, desde el conocimiento y la formación, se encuentran aptas para cumplir roles importantes dentro del futsal. El adoctrinamiento impuesto durante años hace que tan solo una minoría pueda desarrollarse y acceder a este tipo de trabajos”.
Su sueño es llegar a dirigir un equipo -masculino o femenino- de primera división, en el país o en el exterior. En la cancha no se achica.