Con la profunda convicción de respetar la naturaleza que nos alimenta y vincular a los pequeños productores con los consumidores, Angie Ferrazzini creó la ONG Sabe la Tierra. Desde allí promueve y difunde un mundo más sustentable, que consiste en consumir menos y de manera responsable, apoyar el comercio justo y promover a los pequeños productores y sus proyectos sociales.
Angie comenzó en el 2009 con un mercado en su propia casa junto a 18 productores de Zona Norte de la provincia de Buenos Aires. Lo abrió varios fines de semana, a esa experiencia le siguió un año de vincular a pequeños productores con consumidores también en el ámbito hogareño.
Finalmente, en noviembre del 2010 logró poner en marcha el primer mercado de Sabe la Tierra en la estación de tren de San Fernando. Muy pronto se hizo conocido y ganó fama entre los interesados en obtener productos saludables y agroecológicos. “En ese mercado había productos como yerbas orgánicas, que no eran fáciles de conseguir, y venía gente de todos lados a buscarlos”, recuerda Angie.
Hoy coordina una red de 300 productores locales y 8 mercados semanales en San Fernando y Vicente López (provincia de Buenos Aires), y en los barrios porteños de Balvanera, Recoleta, Microcentro, Belgrano y Palermo. En los mercados se pueden encontrar productos frescos y manufacturados de la región, como verduras de quintas, carnes y cereales de campos cercanos, harina, miel o frutas de la zona.
Toda esta organización se traduce en 32 ferias mensuales y 900 puestos de trabajo. Además, dirige un restaurante-tienda sustentable en su ciudad natal, Necochea, donde vive actualmente.
Como directora de la ONG Sabe la Tierra, Angie no para de desarrollar ideas que toman la forma de talleres de huerta, la promoción de productos locales de pequeños productores en todo tipo de mercados agroecológicos, y la formación de los nuevos consumidores a través de charlas en colegios primarios sobre alimentación saludable y producción sustentable y capacitaciones sobre cómo emprender con propósito en escuelas secundarias.
Angie se autodefine como una emprendedora nata: “Mi lugar y labor están en la generación de lo nuevo, crear conceptos y armar equipos. Estoy en permanente creación de proyectos”, cuenta, con el orgullo de 10 intensos años de trabajo de organización y logística encima, a lo que se suma tejer redes con los gobiernos locales para lograr los espacios que hoy tienen a disposición los mercados.
“Desde siempre me gustaron mucho los mercados, y sobre todo cuando empecé a viajar. Durante mi última etapa de trabajo como periodista, editaba un suplemento de vida rural y recorrí el país;entrevistando a emprendedores productivos del sur al norte. Ahí me di cuenta de que existía un cuello de botella en la venta del pequeño emprendedor”, relata Angie. Como contaba con la formación universitaria en Comunicación Social y experiencia laboral como periodista, enseguida sintió que podía generar ese nexo entre productor y consumidor.
“Cuando empecé, realmente no tenía estudiado que esto se iba a convertir en una tendencia. Los productores grandes no creían que el mercado interno se iba a desarrollar”, explica Angie, pionera en promover la sustentabilidad en el consumo. “Hay una predisposición de la gente a buscar una alimentación más saludable”, señala.
Angie aclara que Sabe la Tierra es más que una serie de mercados: “Éstos son la excusa para comunicar una alternativa de vida diferente, pero a partir de la acción: el nuevo decir es hacer. En nuestro caso, todas las semanas montamos eventos donde se puede comprar y producir de otra forma, con un comercio más justo y una alimentación más saludable”.
Para llevar adelante el trabajo de logística de armado y desarmado de los puestos de los mercados, Angie desarrolló un excelente equipo de personas que la acompañan, y un manual de procedimientos tanto para los coordinadores del mercado como para los productores. En su quehacer profesional siempre se guió por su intuición y sus convicciones, pero también aprendió a delegar y a aceptar que las personas puedan hacer las cosas de manera diferente a ella.
Ese equilibrio resultó en experiencias exitosas, si se tiene en cuenta lo difícil que resulta trabajar en la calle y con tantas personas. Así es como en el año 2015, Angie fue nominada como emprendedora Ashoka, organización global que contiene a la mayor red internacional de emprendedores sociales innovadores y los potencia. Por su parte, Sabe la Tierra fue declarada de interés ambiental por la Legislatura Porteña,y en 2015 recibió el Premio ArgenINTA, otorgado a organizaciones civiles que colaboran con una mejor alimentación.